Dispositivo Grupal

 

CONFERENCIA

“DISPOSITIVO GRUPAL”


Lic. Carolina Ferrari Riganti

Lic. Beatriz Fontao

¿Qué es el dispositivo grupal? Idea que aparece en casi todos los proyectos psicosociales, como modo de dar respuesta a alguna problemática.

A que nos referimos cuando hablamos de dispositivo como categoría científica?

Y que es lo grupal?

Esta exposición pretende visualizar algunos aspectos en los recorridos científicos a fin de legitimar la práctica clínica grupal dentro del ámbito de la salud mental. Nuestra mirada parte de comprender la subjetividad desde la óptica psicoanalítica y de las configuraciones vinculares, sin descartar la importancia que tiene otros recorridos teóricos y sus innumerables aportes. Destacamos las investigaciones y casuística realizadas por la corriente cognitiva conductual en el éxito de la remisión sintomática en grupos heterogéneos con distintas psicopatología; (grupos para fóbicos, grupo para tratar trastornos alimenticios, etc.), grupos de rehabilitación neurocognitiva, grupo de habilidades sociales.

Haremos recortes clínicos de una práctica particular en “grupos terapéuticos con niños y adolescentes” que se desarrolla dentro una institución social con fines terapéuticos.

Rastrear en los significados de la palabra dispositivo nos lleva a distintos sentidos, que varían desde las acepciones técnicas donde aparece el sentido de mecanismo o artificio; definiciones que aluden a la disposición potencial, aptitud; hasta la idea de orden en donde el dispositivo enuncia y determina como se organizan los elementos.

El pensamiento de Freud nos permitió abrir significados de dispositivo desde el psicoanálisis y el análisis de una modalidad de relación teórica técnica. (sipositivo de la cura) El de Foucault planteó una apertura desde una postura que cuestiona las bases estructuralistas en el pensamiento moderno. Su perspectiva permitió abrir nuevos análisis a la relación del poder y saber.

Los aportes desde las construcciones teóricas de los analistas institucionales y desde los especialistas en grupos nos permiten reflexionar en el campo de las intervenciones psicosociológicas.

Desde la óptica del análisis institucional. El dispositivo aparece como una herramienta para el análisis, la interpretación, la elucidación y provocación de trasformaciones. Lapassade nos aporta el concepto de analizador. El analizador requiere de un analista que otorgue intencionalidad de análisis, de descomposición de aquello que el analizador provoca. El analizador surge en espacios de encuentro institucionales (naturales o artificiales) en donde lo imaginario es provocado y lo simbólico buscado.

El dispositivo alude a un arreglo organizado de espacio, tiempo, relaciones y propósitos diseñados para facilitar la emergencia y desarrollo de movimientos instituyentes. El analizador institucional actuaría como una herramienta que nos permiten ver por los “ojos” (Kaminsky) de esa institución a través de sus grupos, sus programas tanto programados como no programados.

La intervención institucional requiere del trabajo en grupos. Cada dispositivo tiene reglas de funcionamiento, encuadres y técnicas específicas. Grupos e instituciones son espacios de condensación entre lo subjetivo y lo social (rompen la falsa antinomia individuo sociedad) así es donde los grupos permiten la expresión material de significados ocultos.

El desarrollo de los dispositivos grupales a lo largo de la historia esta relacionado con momentos epistémicos de producción de conocimientos. A. M Fernández propone pensar los dispositivos grupales en tres momentos epistémicos:

El 1º momento aparece en el reconocimiento del grupo como totalidad distinta a los individuos que la componen (Lewin. Mayo década 30´ 40`). Se crean dispositivos grupales tendientes a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos ocasionadas por la guerra y la posguerra. Se crearon nuevas categorías científicas para dar cuenta de lo grupal: dinámica grupal, plus. interacción, climas grupales, roles, liderazgo, conflicto grupal, etc .

El 2º momento se caracteriza por las concepciones estructuralistas de los grupos. En el marco de la teoría psicoanalítica y con la urgencia social de dar respuesta psicológica (en términos de cura) a los soldados provenientes de la guerra. Comienza de la mano de Bion y Foulkes el desarrollo de los grupos terapéuticos. Se construyen entonces categorías científicas nuevas para nombrar los fenómenos y procesos que acontecían dentro de la dinámica grupal. Aparecen construcciones teóricas tales como; supuestos básicos, mentalidad grupal, cultura de grupo, organizadores grupales, fantasmática e ilusión grupal. Los grupos no son mero objeto de aplicación del psicoanálisis sino que se constituyen como campo de investigación.

El 3º momento epistémico es el que actualmente se transita. Cuestiona el carácter estructuralista y determinista de las posturas anteriores El interés se centra en el campo de lo grupal concebidos como espacios de atravesamientos múltiples. Se piensa en términos de redes, de transversalidad, de territorializaciones y agenciamientos diverso,s de lógicas recursivas y retroactivas y no lineales. En ellas se inscriben los procesos y se producen acontecimientos singulares que pueden dar lugar a que el grupo devenga. Se busca la explicación de lo singular y no la explicación de lo general. Los dispositivos deben dar lugar a lo uno y lo múltiple.

A. M Cueto y Fernández conceptualizan al grupo como una virtualidad: “Dados un tiempo, un número de personas y algún objetivo común, se crean las condiciones de posibilidad para que un agrupamiento se constituya en grupo...”; es una virtualidad propia y específica de ese grupo. Señalamos el carácter complejo y a la vez singular de los dispositivos grupales; como así también su carácter potencial y provocador de efectos.

Desde esta perspectiva nos planteamos pensar la coordinación grupal, ya sea en grupos de reflexión como en grupos terapéuticos.

El S. I. F es una organización sin fines de lucro que tiene por finalidad ser un Servicio Integral para la Familia; de allí su nombre. Desde su fundación pretende ver a la persona que consulta en su red interaccional, en sus condiciones sociales, respetando sus creencias y su cosmovisión. Se encuentra ubicado en cercanías al Hospital Interzonal Penna y cuenta con muy buenas instalaciones. Allí funciona un Staff profesional conformado desde hace 10 años por psicólogas, asistente social, asesor jurídico, secretaria administrativa, personal de maestranza y una comisión directiva con un fuerte compromiso social.

El S.I.F recibe derivaciones de la comunidad y de las escuelas. Básicamente atiende niños y a través de ellos a sus familias. Hace 5 años se implementa el “dispositivo grupal” para atender psicoterapéuticamente a niños.

Se forman los grupos con niños de etapa evolutiva similar (edades afines) que en la entrevista de admisión presentan como motivo de consulta: “Trastorno de conducta”.

Este síntoma es expresado por el adulto que consulta como “… yo no doy más, me supera…. No me hace caso” “… en la escuela ya me dijeron… “ “… es igual al padre, violento””… Yo le digo y el me putea… “ “…es inteligente cuando le conviene, calcula todo…” “Esta agresivo con la hermana, lo que pasa es que ella es tan buena…” “…en la escuela me lo suspendieron, si no lo traigo a la psicóloga no me lo reciben mas…” etc. etc.

El dispositivo tiene por finalidad crear el espacio físico y psíquico para el despliegue de la singularidad de cada uno a través del encuentro con otros niños. La expresión del accionar en sus juegos permite la exploración de la conducta y el otorgamiento de significado. El grupo adquiere lugar de apoyo y sostén, dándole un lugar de reconocimiento y permitiendo el desarrollo de un mundo propio, allí se habla y se juega, pero no de cualquier manera. Comprendemos la actividad lúdica en dos vertientes: como intento de elaboración y como expresión de la potencialidad creadora.

En el grupo de adolescentes, si bien se parte de los mismos supuestos teóricos, tiene también su particularidad debido a la edad. El adolescente tiene más discurso, ha abandonado el juego como forma de expresión y ha comenzado a expresarse a través de las palabras. Muchos de los adolescentes son los niños que han participado de los grupos de niños.

La búsqueda de mecanismos de apuntalamiento grupal es restaurar la pertenencia a un “nosotros”, recuperando la singularidad y permitiendo la producción de nuevos sentidos, en un trabajo posible de ser concretado en situación grupal.

La necesidad de ligarse, el deseo de pertenencia a un conjunto y la búsqueda de apuntalamiento en el otro, son condiciones que hacen posible los anudamientos como producto del trabajo en grupo.

El grupo se constituye en apoyo y sostén para un trabajo que implica re-estructurar su identidad, mediante la resignificación de vínculos tempranos. Adquiere lugar de apoyo y sostén, dándole un lugar de reconocimiento y permitiendo el desarrollo de un mundo propio. El grupo interno del adolescente se proyecta al contexto grupal donde el sujeto organiza una dramática donde instalar su rol y desplegar su fantasmática. El conocimiento es la pasibilidad de otorgar significados a lo ausente, a las perdidas a la finitud. El proceso grupal representa un lugar de perdida de certezas y de instalación de nuevas preguntas y problematizaciones.

Desde el psicodrama podemos decir que el grupo convoca el lugar de la conjura, de la transgresión, de la hermandad, de la catarsis, al tiempo que se convierte en un lugar posible para la creatividad y el procesamiento de las crisis subjetivas y sociales.

Pretendemos crear un espacio en el que el niño encuentre un lugar donde su trastorno tenga lugar. “Portarse mal” comienza a cobrar significaciones distintas. Se tiende a canalizar los impulsos hacia su expresión simbólica, la identificación con otros niños facilita el proceso de simbolización y creación de algo nuevo.

Así es como a través de una escena psicodramática Juan (10) pudo advertir que al agredir al compañero, obtuvo segregación de los demás, y a la sesión próxima jugo sin violencia e integrándose.

O por ejemplo a nivel grupal el “juego repetitivo del almohadonazo” fue perdiendo significación en la medida que pasaba de ser una descarga agresiva a un encuentro con otros.

O por ejemplo Seba que puede integrar a los más tímidos y dejarse ganar aunque el nacimiento de su hermanita le duela mucho.

O Alan que puede dibujar corazones y dárselo a la psicóloga porque no tiene a quien dárselos, etc. etc.….

El encuadre funciona como continente, como bordes de contención a la conducta descontrolada. El coordinador sostiene el encuadre en un modelo democrático de respeto por las ideas de todos y el mantenimientote los limites que permiten el crecimiento grupal. Creemos que es fundamental que se apele a la realidad de aprendizaje constante con el otro.

El encuadre grupal se explicita con los niños. Son un conjunto de reglas claras que delimitan lo que si y lo que no esta permitido dentro del espacio. Por ejemplo: no se puede salir del espacio sin permiso. No se puede golpear al compañero. No se pueden tirar juguetes al vidrio, no se pueden llevar los elementos que están en el salón. Todos: niños y terapeutas sabemos que hay un tiempo de sentarnos en la alfombra sin zapatos a charlar y hay un tiempo de jugar. A veces hay consignas y otras se juega libre. Hay días en donde se puede jugar solo y días en las que el grupo convoca.

Hay apertura y cierre; lo esencial es no ahogar la acción,ya que esto implica la ruptura de la represión y por lo tanto la toma de la palabra social: La posibilidad de lo instituyente. El grupo posee sus propios objetivos, posibilidades y deseos; es necesario “no romper su identidad” que el grupo va construyendo para imponer la del coordinador, pues sino estaríamos siendo tan violentos como las estructuras represoras de las que son protagonistas los adolescentes y niños en su propio contexto.

Con los adolescentes se ha explicitado del encuadre de la siguiente manera: “…el Grupo es un espacio para que podamos hablar de lo que nos pasa…” “…Bueno parece que hoy no quieren hablar… (el grupo se mantuvo en silencio 40`) … “todo lo que hablemos en el grupo queda dentro del grupo…”

En general estos niños y adolescentes provienen de familias disgregadas, madre/padre ausentes, abandonos, violencia. Son padres que cuesta implicarlos en el accionar de sus hijos. Padres que presentan dificultad de asistir a las entrevistas, a veces por resistencia, por realidad social, por apatía emocional, son padres que ubican a sus hijos como “problemas” y sus hijos “actúan los problemas”.

Con los padres se han ensayado distintas intervenciones. La atención a la familia es interdisciplinaria. Si bien luego de una admisión a la institución se deriva a algún tipo de dispositivo: (el grupo terapéutico es uno de los dispositivos,) la familia es “paciente” de toda la institución. En lo familiar el área social interviene a través de entrevistas, de visitas domiciliarias, de atención al gabinete o a la docente, de interconsulta con médicos u otros profesionales.

En el trabajo con la familia se ha utilizando distintas herramientas.

- Grupo de información respecto a la etapa evolutiva.

- Entrevistas sobre la historia familiar vital.

- Entrevistas con indicaciones terapéuticas precisas.

- Grupos de reflexión para padres.

- Salidas recreativas incluyendo a familias.

Bibliografía:

· “La cuestión de la cura en los Grupos” Gustavo Aruguete. Psicoanalista y Psicodramatista.

· “Abordajes y estrategias en psicoanálisis vincular”. Silvia Gomel – A.A.P.P.G

· Comentarios sobre la problemática de los grupos. Lic. Griselda Raquel Leoni. A.A.P.P.G. 

Autor/es: 
Lic. Carolina Ferrari Riganti - Lic. Beatriz Fontao
Fecha: 
Lunes, 6 Octubre, 2008