Estimado Colega
Ayer, a penas llegada a la ciudad, y ante la propuesta de alguien q reconoció mi función como presidente del colegio y preguntando por nuestra participación, pude repensar q esta situación no es patrimonio de un gremio. Ante esto como representante de nuestra institución, manifesté nuestra adhesión y nuestro Colegio cerro sus puertas a partir de las 13hs.
El crimen del profesor Carlos Fuentealba durante la represión policial el día 4 de abril, pone de manifiesto una protesta social asumida por un sector de nuestra sociedad y omitida o quizás no comprendida por nuestros dirigentes.
Este hecho refleja a una sociedad que mucho oye y poco escucha.
Como ciudadanos hace cuanto oímos el reclamo de nuestros docentes, como padres hace cuanto oímos que nuestros hijos no tendrán clases.
Ayer durante la pluralista y pacifica marcha surgió la posibilidad de revisar si la educación solo atañe a los educadores y dirigentes.
La crisis que atraviesa la educación no parece haber sido reflejada por los medios que tomaron solo el tema de la muerte del docente sin poder inscribirlo en el marco mayor institucional.
Paradójicamente la nueva Ley de Educación Nacional, prolijamente enuncia en el Capitulo 1, “Principios, Derechos y Garantias”, Art 2 : La Educación y el conocimiento son un bien publico y un derecho personal y social, garantizados por el estado. Art. 3 La Educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad publica, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de la Nación.
En el capitulo 2 “Fines y Objetivos de la política Educativa Nacional”, Art. c: Brindar una formación ciudadana con los valores éticos y democráticos de participación, libertad, solidaridad, resolución pacifica de conflictos, respeto a los derechos humanos, responsabilidad, honestidad, valoración y preservación del patrimonio natural y cultural. Art. i: Asegurar la participación democrática de docentes, familias y estudiantes en las Instituciones educativas de todos los niveles.
En el desarrollo de dicha ley se enfatiza, el derecho a estudiar, desarrollarse como ciudadano y la equidad social y la libertad.
El hecho sucedido el miércoles pasado pone de manifiesto el desencuentro entre lo que se escribe y lo que se hace. La situación de Neuquén fue Nacionalizada a partir del dolor con nombre y apellido. Pero esta realidad educativa es Nacional y no surgió el miércoles 4 de abril.
Janine Puget y René Kaés, con respecto a la violencia de Estado plantean el paradigma que la sociedad debe enfrentar cuando el encargado de proteger e imponer la ley es justamente quien violenta. Cuando la violencia de Estado es ejercida contra una parte de la sociedad civil, tiene por objetivo la anulación de la misma.
De este hecho lamentable deberíamos poder reflexionar acerca de nuestra escucha y participación ciudadana, ante la grave problemática que atraviesa nuestro sistema educativo, pilar fundamental y fundante de un Estado de Derecho, que garantice la equidad, el desarrollo y la posibilidad de pensar y simbolizar.
La misma ley propone que dentro del presupuesto, esta prioridad nacional deberá recibir como mínimo el 6 % del producto interno bruto, para satisfacer todas los niveles de educación ( inicial, primaria, secundaria y superior) y sus ocho modalidades (Técnico Profesional, Artística, Especial, Permanente de jóvenes y adultos, Rural, Intercultural Bilingüe, en contextos de privación de la libertad, Domiciliaria y hospitalaria).
Será que el reclamo de los docentes por un salario digno manifiesta una gran contradicción entre la teoría y la práctica, y que recién ante el dolor por la muerte de Carlos Fuentealba hemos podido comenzar a escuchar la denuncia de nuestros educadores, participando en la misma causa, la causa de todos.
Convocamos a los colegas que quieran conformar la Comisión de Educación, a través de la cual poder reflexionar sobre dicha ley y sobre la crítica situación educativa que atravesamos.
Saludos cordiales, Lic. Laura Riesco